El salto que es el hombre (V): Epifenómeno

Publicado: 10 julio 2011 en Evolución, Filosofía de la mente
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En filosofía de la mente el epifenomenalismo sostiene que la mente es un fenómeno secundario, un efecto colateral de la materia, un residuo sin importancia para el fenómeno principal. El ejemplo clásico es pensar en el ruido que hace el motor de un automóvil: es un efecto secundario de la explosión dentro del cilindro que no tiene una influencia significativa en el funcionamiento global del motor. Siguiendo esta analogía, las facultades mentales no serían más que el ruido de la materia. Los defensores del epifenomenalismo suelen hacer hincapié, además, de que si bien la materia genera la mente, no hay retroalimentación, es decir, la mente no tiene influencia alguna en la materia. Esta tesis es problemática: ¿cómo que la mente no puede influir en la materia? ¿Acaso cuando pienso en golpear una piedra con un martillo mi mente no está modificando su entorno material?

Revisemos el tema: ¿qué es la mente? ¿cuál es su origen? La mejor respuesta que puede darse acorde con la ciencia actual y sin recurrir a ningún sobrenaturalismo es decir que la mente es fruto de la evolución biológica. Esto explica muy bien muchas de nuestras facultades mentales. Una buena memoria hace que recuerde donde vive el depredador o cuando maduran los frutos de tal o cual arbusto, o una competente facultad lingüística hace que pueda comunicarme bien y cazar en grupo. La mente es una magnífica herramienta de adaptación. Pero, ¿qué pasa con las características de mi mente que no tienen una clara función adaptativa? ¿Por qué escribo poesías? ¿Por qué la filosofía, el arte, la religión? Aunque últimamente hay muchos estudios que pretenden ver un fin evolutivo a estas cualidades estrictamente humanas, parece que no tienen una directa y clara función en la supervivencia de los genes del individuo. ¿Por qué están allí entonces?

Aquí es donde entra el epifenomenalismo: estas cualidades son epifenómenos, consecuencias indirectas del devenir evolutivo. Por ejemplo, el arte puede ser una consecuencia secundaria de la creatividad necesaria para fabricar herramientas o planificar una cacería. La religión podría ser un subproducto de aspectos como la necesaria cohesión del grupo, jerarquía social y autoridad. Pensar en entes sobrenaturales puede entenderse como un efecto colateral de la natural búsqueda de causas para los fenómenos necesaria para interactuar con eficacia en el entorno natural.

Sabemos que la evolución es chapucera, que, como un chatarrero, reutiliza, mezcla, repara… ¡Y lo hace todo sobre la marcha! Así, hay órganos que quedan olvidados y que pasan a reutilizarse para otra función cientos de miles de años después, o partes que no servían para nada y que luego tuvieron una función vital. Nuestra mente ha de ser un conjunto de todas estas cosas: funciones evolutivas claras, vestigios otrora vitales y ahora inservibles pero que siguen funcionando, parches, apaños, arreglos… epifenómenos.

Esta idea encaja muy bien con la tesis del accidente: estamos aquí por mera casualidad. Somos como somos por una casual conjunción de azar y necesidad. El mundo no está aquí para que nosotros lo gobernemos, nuestra mente no ha sido diseñada para descubrir unos misterios preexistentes o unas verdades ancestrales. Somos el ruido del motor de la evolución. Eso sí, un ruido que puede modificar el mismo motor, un epifenómeno que puede volverse contra el fenómeno originario. Nuestra dignidad consistirá en ser un poderoso accidente.

Veáse toda la saga:

El salto que es el hombre (IV): entre caballos y cocodrilos.

El salto que es el hombre (III): la diferencia de grado y el origen del lenguaje.

El salto que es el hombre (II).

El salto que es el hombre.

comentarios
  1. israel pozos dice:

    Von neumann, este post por demàs interesante creo que admite si me lo permites comento: el hombre desde siempre es hijo de la casualidad (llegamos por enjuagues de 2 desconocidos con las hormonas a tope), como las estrellas o el que exista agua y atmosfera en el planeta tierra, el hombre es por un lado titere de sus propias neuronas que padeciendo entre ellas canibalismo las grandes ,las poderosas siempre se comen a las chicas y es bueno meditar concentrarse y aprender a hacerlo para evolucionar hipogeneticamente , ( por eso hay alcoholicos tarbajadores compulsivos drogadictos y hasta quien tiene 3 queridas y todavia se masturba) ,lo que hace que nuestra propia genetica se vea evolucionada a medida que lo vamos logrando y con esto te «humanisas», es decir se distancia de ti lo animal que todos somos un mucho o un poco segun se quiera apreciar, por otro lado efectivamente «el ruido del motor » hace sus efectos PERO en el hombre total de hoy que maneja mundos de informacion en la RED mundos de problemas resueltos el mismo dia, multiculturales, en varios idiomas al mismo tiempo , se comienza a ver en los ultimos 70 años ,de la segunda guera mundial a la fecha ,que en europa la mayoria hablan bien o mal hasta 6 idiomas (excepcion España) y en el resto de hispanoparlantes porque las religiones limitan y los hijos de casualidad de «maria» asi se nos ha diseñado los ultimos 1,000 años que es la edad del idioma español, pero volvamos al asunto, el epifenomeno puede ser y no, lo que es fundamental es darse cuenta que la genetica evolucionada del actual especimen de hombre no es lo mas avanzado de los ultimos 243,000 años porque con todas nuestras avanzadas computadoras , nuestra TV nuestros satelites y demàs «progreso » no logramos explicar a fondo la existencia de las piramides y su orientacion perfecta construidas hace miles de años no le damos explicacion al mundo maya y su dominio del cero hace miles de años, etc. Tenia razon Demòcrito cuando afirmaba «prefiero entender un porque ,que ser rey de persia» y Aristoteles diciendo » el hombre crecio cuando se cuestionò y se empequeñecio cuando inventò la fe» . Saludos .Me agrada tu Blog tiene inteligencia, imaginacion y fuerza de voluntad evolucionadas: Gracias.

  2. Víctor dice:

    Muy interesante la entrada. Dennett habla bastante sobre los orígenes evolutivos de la mente y de otras cosas sorpredentes (por ejemplo aquí http://www.youtube.com/watch?v=TzN-uIVkfjg&feature=relmfu). Como siempre que sean productos adaptativos o subproductos de la evolución se tendrá que comprobar empíricamente.

    Un saludo.

    P.D: Al amigo israel pozo decirle un par de cosas: 1. La coherencia y la sintaxis son de agradecer en un escrito (especialmente el uso de puntos; del contenido ya ni hablamos). 2. ¿En qué lugar de Europa la mayoría de la población «hablan bien o mal hasta 6 idiomas»? Por si no lo sabes España es uno de los países más plurilingües del mundo ya que más del 40% de la población es bilingüe (catalán/castellano; euskera/castellano; etc)

  3. Amigo Santiago Sánchez Migallón, traté de suscribirme a su interesante Blog, pero me indicó que la página no estaba disponible, sin embargo, le ruego suscribirme con los datos que se incluyen al pié de este mensaje. Doy clases en tres universidades en Caracas, Venezuela, a nivel de postgrado sobre Sistemas de Gestión y me agradaría obtener el permiso de citar sus materiales indicando el autor y la fuente. Igualmente en en algunos materiales tipo guía que elaboramos para los participantes. Usted plantea aspectos sumamente interesantes para el devenir del Ser Humano que yo acostumbro a plantearle a mis estudiantes. Como usted afirma, no se trata de un «reduccionismo científico», sino de un «ampliacionismo» (sic). Cordialmente,
    Carlos Martínez Vega

  4. Hola Carlos:

    No hay ningún problema en que utilice cualquier material que vea conveniente, y ahora mismo voy a intentar subscribirle vía e-mail al blog.

    Un cordial saludo y gracias por su interés.

  5. Alan dice:

    Sobre el ejemplo del cerebro y la piedra: cuando pienso en golpear una piedra (y suponiendo que lo hago, detalle del que te has olvidado) no es la mente modificando la materia, es la materia modificando la materia, el cuerpo, coordinado por su cerebro, modificando la materia, y lo que percibimos mentalmente sería el epifenómeno.

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