
Partamos de que la novela de Frank Herbert, a pesar de sus innegables virtudes, tiene serios defectos. No es un libro que se estudie, precisamente, en las historias de la literatura, quedando relegado al minusvalorado (muy injustamente, eso sí) género de la ciencia-ficción. Villeneuve, al haber querido que la película sea fiel al libro, hace caer la cinta en sus mismos problemas. Por ejemplo, la segunda parte del metraje decae bastante, pero es que si leemos el libro pasa lo mismo: la travesía por el desierto de Paul y su madre se hace bastante aburrida (y es que, en términos generales, la novela de Herbert es lenta y densa). También pasa lo mismo con algunos personajes: es el caso, por ejemplo, de Duncan Idaho interpretado por Jason Momoa (¿Seguro que una persona del año 10.292 tendría este nombre de cowboy? Me recuerda al nombre de uno de los villanos de El juego de Ender que se llamaba Gonzo Madrid). Es plano como una tabla de planchar: un gran guerrero que tiene cariño al protagonista, ya está, no hay más, no se aporta nada a la trama, solo el sacrificio absurdo del «yo me quedo, idos vosotros» visto ad nauseam en tantas y tantas películas (y que en el libro, por cierto, está fatalmente narrado). Pero, a su vez, Villeneuve no saca casi partido a otros que sí están más desarrollados en el libro. Por ejemplo, Piter de Vries, el mentat de los Harkonnen, es un personaje interesante que mantiene jugosas conversaciones con el Barón, y en la película apenas dice alguna palabra. Curiosamente David Lynch tampoco le sacó demasiado jugo en su versión. Y, y aquí sí me quejo mucho, el Barón Vladimir Harkonnen interpretado por Stellan Skarsgard está igualmente desaprovechado… ¿por qué sale tan poco? ¿Por qué casi no habla nada? ¡Si es un villano magnífico! Está muy bien caracterizado visualmente con esas semejanzas al Brando de Apocalypse Now pero… solo dice unas pocas frases en toda la película.
Más fallos: ¿por qué tanto luchar con espadas? Que vale, que queda muy épico y muy chulo para las coreografías de las peleas pero… que tienen naves espaciales, misiles, campos de fuerza… digo yo que algún rifle podría aparecer. Que vale, que los escudos atraen a los gusanos, pero, no sé, estamos en el futuro, futurísimo… un arcaico bazooka del siglo XX hubiera venido bastante bien (esto se hace mejor en la versión de Lynch).
El casting y las caracterizaciones son excelentes. Es un grandísimo acierto poner a Chalamet de Paul Atreides. Es mejor que el que yo me imaginaba mientras leía el libro. Zendaya como Chani es muchísimo mejor que la Sean Young de Lynch (Lo único, y digo rotundamente lo único, que ha hecho Sean Young en su carrera es la Rachael de Blade Runner). Solo dos cosas: una es el planetólogo y enlace imperial Liet-Kynes… ¿Por qué ha elegido Villeneuve a una mujer para este papel? No entiendo este tipo de cambios sin justificación alguna (Aquí gana Lynch por goleada con Max von Sydow). Y la otra es Jessica: debería ser más hermosa. No digo que Rebecca Ferguson sea fea, desde luego que no lo es, pero como concubina hacia la que el duque Leto Atreides siente un amor inmenso, me imaginaba a alguien con una belleza más despampanante. Me imaginaba mejor a alguien como Charlize Theron o Natalie Portman. Aquí también estuvo más atinado Lynch con Francesca Annis y su llamativo peinado.
Y ahora vamos con lo bueno. Como era de esperar, los efectos especiales, la fotografía, y la ambientación son fantásticos. La gran virtud de Villeneuve es la la limpieza y elegancia de las atmósferas que crea y, quizá, el mundo de Dune era ideal para él. Muchos críticos han subrayado que Villeneuve ha sido muy valiente al enfrentarse a este proyecto, pero yo creo que no tanto: Arrakis encaja muy bien con su estilo cinematográfico. Dune pide a gritos el ritmo lento y el recrearse en el ambiente que ya vimos en Blade Runner 2049. Si yo tuviera que elegir a un director para esta película, Villeneuve estaría en el top cinco desde luego. Se lo ha comparado mucho con Terrence Malick y hay semejanzas pero, lo siento Denis, Malick es superior, al menos, en lo de conseguir belleza con las imágenes ¿Cómo hubiera sido la Dune de Malick? Sin duda hermosísima, no obstante, Villeneuve es una apuesta más segura para que la película no fuera un absoluto fracaso comercial.
La escenografía y el vestuario son, igualmente, magníficos. Esa fue también la mejor parte de la de Lynch, pero aquí Villeneuve parte con la inmensa ventaja de los efectos digitales. Así, la experiencia visual es completamente abrumadora. Todo es enoooooooorme, y eso refuerza muy bien la épica de la historia. Me recuerda a la sensación que experimenté al ver en el cine Ávatar, esa sensación de haber contemplado algo de una belleza formidable, sublime. Sales de la sala como si una apisonadora hubiera pasado por encima de tus órganos sensoriales. Y es que cada plano de la película es casi una obra de arte. Ver, simplemente, una nave aterrizar, ya es un espectáculo insondable. A mí, y a casi todo el mundo supongo, me ha encantando como Villeneuve se recrea en los tópteros, todo el tiempo de metraje que hay viéndolos despegar, volar o estrellarse ¡Es maravilloso!

Y además, a pesar de que dura dos horitas y media, te quedas con ganas de más. Tengo mucha curiosidad de ver cómo desarrolla la segunda parte del libro. Y eso es señal de que el director canadiense lo ha hecho bien.
P.D.: estos días se ha hablado mucho de la versión de Dune de Jodorowsky que no se llegó a rodar. En mi modesta opinión, doy gracias a que nunca se llevara a cabo semejante locura. Jodorowsky es un charlatán y un trolero con un ego desmesurado, al que le gusta mucho novelizar todo lo que le pasa. Os adjunto el documental de tan infame intento para que juzguéis por vosotros mismos. Yo no me creo ni la mitad de lo que dice y creo que la inmensa mayoría de las decisiones que fue tomando eran rotundas estupideces: ¿Dalí? ¿Mick Jagger? ¿Amanda Lear? ¿El hijo de jodorowsky como protagonista? ¿veinte horas de metraje? Y el colega pensando que superaría, con mucho, a la 2001 de Kubrick ¿En serio?