El Ministerio de Educación ha sacado un borrador en donde se establecen los contenidos y objetivos de las asignaturas que se impartirán con la nueva LOMCE. Allí se pueden leer ciertos objetivos para la asignatura de Filosofía de primero de Bachillerato. Cuando me los enviaron pensé que era el típico bulo de Internet, pero para mi desolación, son absolutamente verdaderos. Aquí están los más llamativos (las negritas son mías):
Conocer el modo de preguntar radical y mayéutico de la metafísica para diseñar una idea empresarial y/o un plan de empresa utilizando habilidades metafísicas y gnoseológicas para conocer y comprender la empresa como un todo, facilitando los procesos de cuestionamiento y definición clara de las preguntas radicales y las respuestas a las mismas, como ¿qué somos?, ¿qué hacemos?, ¿por qué?, ¿para qué sirve esta empresa?, ¿cuál es nuestra misión?, ¿cuál es su sentido, su razón de ser? y saber argumentar la defensa de las respuestas.”
Comprender el valor de la teoría del conocimiento, la lógica y la epistemología para introducir una racionalidad en el origen, desarrollo, dirección y ejecución de un proyecto empresarial, ayudando, utilizar las habilidades metafísicas y lógicas para comprender el orden racional de la interrelación entre las partes de un proyecto o de una empresa, siendo capaz de elevarse por encima de lo concreto para ver, estructurar y valorar la totalidad del sistema eliminando el caos y la desconexión, aportando sentido y significado al todo y a las partes y clarificando racionalmente ideas y emociones.
Conocer y valorar las técnicas del diálogo filosófico, la argumentación y la retórica, la filosofía del lenguaje y la metafísica para organizar la comunicación entre las partes, la resolución de negociaciones y de conflictos empresariales, generar diálogo basado en la capacidad de argumentar correctamente, definir y comunicar correctamente la visión/misión/objetivos de la empresa.
En primer lugar, esto constituye un insulto a la inteligencia de un gremio que no creo que merezca ser tratado así. La Filosofía ha tenido unos contenidos históricos tradicionales muy claros que, rara vez, han tocado el tema de «la empresa», y menos desde una perspectiva metafísica. Ignoro a que autores o corrientes filosóficas he de referirme para tocar estos temas en clase. Seguramente que los habrá, pues de todo hay en la viña del Señor, pero desde luego, no han sido los más significativos de la historia de mi disciplina. Ni Platón ni Aristóteles, ni Descartes ni Kant, ni cualquiera de los grandes filósofos hablaron del «proyecto empresarial» ni de «la resolución de negociaciones y conflictos empresariales». A lo sumo el pensamiento marxista y sus derivados, pero dudo mucho que el ministro Wert quiera que hablemos de ellos en el aula.Y desde luego, entre las grandes cuestiones de la metafísica, tales como «¿Por qué el ser y no más bien la nada?» o la más mundana «¿Cuál es el sentido de mi existencia?», no se incluye «¿Para qué sirve una empresa?». Es que me da hasta vergüenza tener que argumentar esto. Es algo tan cutre y bochornoso que, de verdad, me quedo sin palabras. Si, al menos, nos hubiesen metido contenidos serios, no sé, los postulados del liberalismo: hablar de Adam Smith o David Ricardo, o de los actuales Nozick o James Buchanan… parecería, al menos, algo más comprensible. Pero es que hacerlo así, de este modo tan absurdo: utilizar el modo de preguntar radical y mayeútico de la metafísica para diseñar una idea empresarial… Hay que ser imbéciles.
Y, en segundo lugar, si el ministro Wert y sus asesores veían adoctrinamiento en la LOGSE, la solución no es hacer lo mismo que criticaban. Si pensaban que los contenidos de ciertas asignaturas eran tendenciosos y adoctrinaban para hacer futuros votantes del PSOE, cambiar todo para hacer lo contrario es de una estupidez insultante. ¿No hubiera sido lo lógico eliminar cualquier elemento sensible al adoctrinamiento y dejar cada asignatura con sus contenidos y objetivos tradicionales, en vez de seguir con esta absurda guerra ideólogica y hacer exactamente lo mismo que se critica? Es que parece tan sumamente infantil e impropio de un Ministerio de Educación seguir con el «si tu lo has hecho, ahora voy a hacerlo yo», a sabiendas de que cuando se pierdan las elecciones, el rival volverá a hacer lo mismo, sin ser conscientes de que lo único que se consigue es dañar gravemente el propio sistema educativo, que no cabe más que echarse a llorar. Por favor, señores políticos, dejen trabajar a los docentes, dejen que demos nuestras materias y que nos dediquemos a enseñarlas y, ya sé que es pedir mucho, si pudiera ser como regalo de Navidad, intenten hacernos las cosas algo más fáciles, a ver si pudiera ser que alguna vez, trabajásemos todos en la misma linea, intentando mejorar el sistema educativo.